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Lo que el agua nos dejó

Actualizado: 4 mar 2020

En septiembre y octubre de 1999 Tabasco sufrió las lluvias más intensas en los últimos 47 años. Dieciocho años después, en octubre de 2007, el estado sufrió las lluvias más intensas de los últimos 100 años.


El 15 de diciembre de 2007 se terminó de extraer el agua de las calles de Villahermosa.

El fenómeno fue de tal magnitud que se estima que en su momento más álgido estaba cubierto de agua el 62 por ciento de la superficie estatal, que afectó a cerca de 1 mil 500 localidades (90 por ciento rurales), dejó a casi 1.5 millones de damnificados (75 por ciento de la población del estado), casi 6 mil 500 kilómetros de carreteras y caminos afectados (73 por ciento de la red del estado) y 132 puentes, 570 mil hectáreas agrícolas siniestradas y 168 mil viviendas con afectaciones.


Los impactos en términos de daños al acervo, patrimonio, bienes, estructuras construidas y capital natural afectado, se calcularon en más de 19 mil 500 millones de pesos; y las pérdidas, en términos de producción, ingresos, empleo, medios y calidad de vida, se calcularon en más de 13 mil 500 millones de pesos. En conjunto, los daños y las pérdidas causados por el desastre ascendieron a más de 33 mil millones de pesos.


En cifras acumuladas, el impacto monetario mayor se registró en los sectores productivos como comercio, industria, construcción, servicios, turismo y restaurantes, con 58 por ciento. Los sectores sociales como vivienda, salud, educación y cultura, considerados en conjunto, siguieron de cerca con un monto de 7 mil millones de pesos que representan el 22 por ciento del total.


Dentro de este grupo, la vivienda fue el rubro que por sí solo acumuló las mayores pérdidas con 4 mil millones de pesos, debido a la afectación que sufrieron en mayor o menor grado más de 350 mil viviendas anegadas.


POR QUÉ NOS INUNDAMOS

Cinco meses después, expertos y funcionarios concluyeron que el desastre ocurrido fue resultado de la exposición incrementada a amenazas por procesos de variabilidad y cambio climático; y de una vulnerabilidad construida a lo largo de muchos años.


Apuntaron a un problema sistémico en el control hidráulico: el caudal incrementado de afluentes de las cuencas no controladas y la acumulación y depósito de sedimentos acarreados por el agua saturó los ríos como consecuencia de las precipitaciones sin precedente.


La inundación se agravó por factores antrópicos (actividad humana) complejos y acumulados por un proceso de desarrollo espacial, económico y social de muchas décadas.


Entre estas intervenciones antrópicas de largo tiempo y sin planificación espacial se incluyen cortes, bloqueos y modificaciones de las trazas originales de los ríos como la interrupción o cruce de dichos causes por obras de infraestructura como carreteras y caminos, ductos petroleros y obras de drenaje; y bordos parciales que pretendiendo encauzar el flujo a veces promueven el estrechamiento del caudal o desvían la inundación excedentaria hacia zonas no protegidas en donde se encuentran hoy asentamientos humanos y tierras bajo cultivo.


GESTIÓN INTEGRAL DE RIESGOS

En su momento, los expertos también recomendaron acciones prioritarias en el corto y mediano plazo para iniciar un proceso de incorporación sistemática de la gestión integral de los riesgos en todas las actividades del desarrollo público y privado de Tabasco, concordante con la magnitud de esta problemática en el estado.


Entre las acciones prioritarias a desarrollar en el mediano plazo destacaron:

  • DESARROLLO e institucionalización en el estado y en los municipios del manejo integral de los riesgos socio-naturales y tecnológicos con énfasis en su prevención y mitigación, con visión integral de cuenca y de desarrollo en el largo plazo, tomando en cuenta los posibles efectos del cambio climático sobre el territorio.

  • REVISIÓN de la ley y reglamento estatal de ordenamiento sustentable del territorio, y de los reglamentos municipales de construcción, en cuanto a control de asentamientos irregulares, así como el fortalecimiento del control sobre el cumplimiento de esta normatividad.

  • INCLUSIÓN del análisis de riesgos como una condición indispensable en los diferentes procesos de toma de decisiones sobre inversión pública.

  • ESTABLECIMIENTO de la obligatoriedad para que cada entidad del estado incluya en sus presupuestos anuales partidas para la prevención y mitigación de riesgos y atención de emergencias.

  • FORTALECIMIENTO técnico, financiero y organizativo del Sistema Estatal de Protección Civil.

  • AMPLIACIÓN de las alternativas de oferta de vivienda en zonas seguras económicamente al alcance de la población de menores ingresos, orientadas fundamentalmente a incentivar la reubicación de viviendas irregulares en alto riesgo.

  • ACTUALIZACIÓN y declaración oficial de las zonas de lagunas y de almacenamiento hídrico y de las zonas no urbanizables.

  • Frente a las pérdidas asociadas a la vulnerabilidad climática, se sugiere el uso de mecanismos financieros, fondos de compensación y estabilización, programas de crédito y microcrédito de desarrollo y de aseguramiento, tanto de la infraestructura como de la economía pública y privada.


PELIGROS, VULNERABILIDADES Y RIESGOS

Tabasco pertenece a la cuenca de los ríos Grijalva y Usumacinta y sus afluentes, en la cual se registra la mayor precipitación pluvial anual del país y una de las mayores del mundo, sobrepasando los tres mil milímetros anuales; por tal razón el 30 por ciento de las aguas superficiales que escurren en el país lo hacen por Tabasco.


Por su geomorfología, históricamente el territorio ha estado expuesto a grandes inundaciones con una periodicidad cercana a los diez años, además de las inundaciones anuales de diferentes grados en un 94 por ciento de su superficie ocasionadas tanto por la acumulación de lluvias como por el desbordamiento de los ríos.


El crecimiento desordenado de los asentamientos humanos y muy especialmente la elevada expansión del área urbana de Villahermosa en las últimas décadas, sin consideraciones sobre los peligros naturales y tecnológicos del territorio, se han constituido en el mayor factor de vulnerabilidad de una elevada proporción de la población de Tabasco.


Las principales causas de las vulnerabilidades y riesgos existentes en Tabasco se derivan de la ausencia histórica de un enfoque integrado, consistente y sostenido acerca del desarrollo y ordenamiento sustentable del territorio, con visión regional de cuenca y de manejo integral de los riesgos.|



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