Los acontecimientos naturales y humanos, aunados al constante crecimiento social obligan a que la capacidad de respuesta de las entidades públicas y privadas sea cada vez exigida con mayor complejidad.
Reconocer el peligro y tomar medidas anticipadas es importante. Ante cualquier tipo de evento es indispensable saber qué hacer. Los mapas de riesgos son una potente herramienta que han demostrado facilitar el proceso de vigilancia en la seguridad y salud en el trabajo.
Hoy en día las empresas empiezan a administrar sus riesgos a partir de este elemento, algunas de ellas le llaman atlas de riesgos. Pemex, por ejemplo, ha adoptado esta singular forma de prevención que en los últimos años ha dado muchos resultados.
Los atlas de riesgo son representaciones gráficas en mapas que permiten prevenir, mitigar y dar respuesta a cualquier situación que afecte a la comunidad, pues contribuyen a crear situaciones de mayor seguridad.
Diversos organismos se han dado a la tarea de investigar y crear este tipo de herramientas. Sin embargo, existen numerosos elementos restringidos que los caracterizan. Entre otros, la actualidad de la información generada, sus históricos, su visualización, así como su contabilización e interpretación adecuada.
La información que genera desarrollar un atlas de riesgo engloba diversos tópicos como la identificación de peligros y riesgos, la determinación de sus posibles causas y posibles efectos, las obligaciones legales derivadas de los peligros y riesgos existentes, así como la estimación y valoración del riesgo, entre otros.
El alcance de un atlas de riesgos depende de varios factores como el económico y el tiempo que se tenga para su elaboración, así como del personal que lo elabore; si únicamente se integrará información, o se llevará a cabo levantamiento de información y estudios de campo.
Pueden elaborarse atlas a nivel estatal, municipal y regional; por universidades, centros de investigación, empresas consultoras y especialistas en los diversos fenómenos que integran a los atlas. La recomendación básica es que sea un grupo multidisciplinario e interinstitucional.
Los fenómenos que deben integrarse a un diagnóstico de peligros son aquellos que tengan un origen de tipo geológico, hidrometeorológico, químico, socio-organizativos y sanitarios. Los primeros en analizarse deberán ser los que se presenten con mayor frecuencia, los que hayan producido pérdidas humanas y económicas, o aquellos históricos que la comunidad recuerde.
Los productos que se obtienen en la generación de atlas de riesgos son mapas de peligro por fenómeno, mapas de vulnerabilidad, localización y cuantificación de los sistemas afectables, costo de los desastres, costo esperado de la ocurrencia de fenómenos, y sistemas de consulta por internet.
En resumen, los atlas o mapas de riesgo sirven para dar certidumbre a los programas de inversión, ya que permiten asegurar que la nueva infraestructura sea segura para los trabajadores y la comunidad. |
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Deben incluirse los riesgos potenciales y por ningún motivo deberá tratar de ocultarlos para aparentar ser "una empresa segura".